lunes, 28 de septiembre de 2009





"El Indico me estaba esperando, lleno de infinita paciencia azul. Con sonrisas de espuma blanca, contento. Con el sosiego que tienen los océanos en ver pasar la vida, ajenos a nuestras incertidumbres, escribiendo nuestra historia en el agua, borrando nuestras huellas en la arena"

Entrar en Mozambique es llegar de nuevo al África auténtica.
Un campesino que levanta la cabeza entre el maíz y te dice "boa tarde" sonriendo.
El jefe de policía de Boane que se empeña en llamar a su cuñado periodista, para que publique el viaje en "Las Noticias" de Maputo.
Un camión cargado de gente que te adelanta, todos te animan y dan palmas mientras tragas una espesa nube de humo.
Un café, café (Delta) como es debido.
Música en vivo en las calles vivas.
Chicas bailando en la playa.
Gente que se sienten personas.
Y amigos, viejos amigos de nuevo.

3 comentarios:

  1. No sé si es Africa, o la bici, o las princesas bailarinas o el sol... pero hay que ver que bien te sientan tus periplos ciclistas.

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  2. Gerar, aparte de pasar a rango de "semidios" por tu hazañas... dime qué conjuro secreto o que narices les has dado a esas chicas paraq ue bailen con tanta alegría???

    Nacho

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  3. Pero Chun¡¡¡, estás rodando un nuevo anuncio de Dove?

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