domingo, 4 de octubre de 2009











" En Maputo vive la música, se arremolina en sus rincones como los papeles con el viento. Viene de los dos hemisferios, de los cuatro puntos cardinales, de los treinta y dos rumbos de la rosa de los vientos. Violín y acordeon con marimba y jembé, danzas con voces tsonga, guitarras de dulce bossa nova. Todo se mezcla y se crea, todo vuelve a ser nuevo y de siempre"

Últimos días contaminándome de ciudad. Compras, restaurantes, chiringuitos, garitos, playa y patear la ciudad de lado a lado. Anacardos, frutas, artesanía y mucha cerveza Laurentina. El mercado central, la estación de ferrocarril, la casa Eiffel. Algunos edificios coloniales comidos por el tiempo y el salitre. Viejos parques remanso de selva, desidia africana y melancolía portuguesa. Retales de los monzones, fina lluvia que cala hasta el sentimiento. Tiempo de música y de mirar al mar, tiempo de partir.

Tengo que coger un autobús hasta Johanesburgo (9 horas) y luego el vuelo Londres Madrid. Salir de África cada vez se hace más duro, menos mal que dentro de una semana me voy a Marruecos en moto, algo es algo.

Fotos: Barcos de la bahía, Maputo desde Catembe, estación de ferrocarril, murciélagos de un parque de la ciudad, músicos mozambicanos.

2 comentarios: